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lunes, 12 de diciembre de 2011




SAN TIMOTEO

SAN TITO


TIMOTEO Y TITO

Estos dos apóstoles han sido los colaboradores más cercanos a Pablo.

TIMOTEO es un nombre griego que significa " que honra a Dios" . Pablo dice de él; << No tengo a nadie con idéntico espíritu, que se preocupe sinceramente por vuestras cosas>>

Timoteo había nacido en Listra, de madre judía y padre pagano. Dice Benedicto XVI acerca de él en su libro: ..." el hecho de que la madre hubiera contraído matrimonio mixto y que no hubiera cincuncidado a su hijo hace pensar que Timoteo creció en una familia que no era estrictamente observante, aunque se dice que conocía las Escrituras desde la infancia. Se nos ha trasmitido el nombre de su madre, Eunice, y también el de su abuela, Loida. Cuando Pablo pasó por Listra al emprender su segundo viaje misionero, eligió a Timoteo como compañero, porque << tenía buenos informes dados en su favot por los hermanos de Listra e Iconi>>, pero hizo que se circuncidara <<por causa de los judíos que había en aquellos sitios. Junto con Pablo y Silas, Timoteo atravesó Asia Menor hasta Tróade, desde donde pasó a Macedonia. Tenemos sigue diciendo Benedicto XVI en su libro, información también de que en Filipos, donde Pablo y Silas se vieron envueltos en una acusación por disturbios del orden público y fueron llevados a prisión por haberse opuesto a que algunos individuos sin escrúpulos se aprovecharan de una joven adivina, Timoteo se salvó. Cuando, luego, Pablo se vio obligado a continuar su viaje hasta Atenas, Timoteo se unió a él en esa ciudad y desde allí fue enviado a la joven Iglesia de Tesalónica para obtenr noticias y confirmarla en la fe. Luego se volvió a encontrar con el apóstol en Corinto, le llevó buenas noticias de los tesalonicenses y colaboró con él en la evangelización de aquella ciudad.

Volvemos a encontrar a Timoteo en Éfeso durante el tercer viaje misionero de Pablo. Desde allí el Apóstol probablemente escribió a Filemón y a los filipenses, y en ambas cartas Timoteo aparece también como remitente. Desde Éfeso Pablo le envió a Macedonia junto a un tal Erasto, y luego de nuevo a Corinto con el encargo de llevar una carta en la que recomendaba a los corintios que le recibieran bien. Lo volvemos a encontrar también como corredactor de la Segunda Carta a los Corintios, y cuando desde Corinto Pablo escribe la Carta a los Romanos añade, además de los saludos de los demás, también los de Timoteo. Desde Corinto el discípulo viajó a Tróada por la costa asiática del mar Egeo para esperar allí al Apóstol, qu se dirigía hacia Jerusalén al término de su tercer viaje misionero.

A partir de ese momento, de la biografía de Timoteo las fuentes antiguas solo nos ofrecen una mención en la Carta a los Hebreos, donde se lee: << Sabed que ha sido puesto en libertad nuestro hermano Timoteo, con el que os iré a ver, si viene con toda rapidez>>. Para concluir dice Benedicto XVI, podemos decir que la figura de Timoteo destaca como la de un pastor de gran relevancia. Según la posterior Historia eclesiástica de Eusebio, Timoteo fue el primer obispo de Éfeso. Algunas de sus reliquias se encuentran desde el 1239 en Italia, en la catedral de Termoli, en Molise, procedentes de Constantinopla.

TITO

... En cuanto a la figura de Tito, cuyo nombre es de origen latino, sabemos que era griego de nacimiento, es decir, pagano. Pablo le llevó consigo a Jerusalén para el concilio apostólico, en el que se aceptó solemnemente la predicación del Evangelio a los paganos, sin los condicionamientos de la ley judía. En la carta dirigida a él, el Apóstol le elogia definiéndolo como << verdadero hijo mío según nuestra fe común>>. Después de que Timoteo dejara Corinto, Pablo envió allí a Tito con el mandato de reconducir a la obediencia a aquella rebelde comunidad. Tito consiguió la paz entre la Iglesia de Corinto y el Apóstol, que se dirigió a ella en estos términos: << el Dios que consuela a los humildes nos consoló a nosotros con la llegada de Tito -y no solo con su llegada, sino también con la consolación que tuvo por nosotros-, contándonos vuestras ganas de vernos, vuestro llanto, vuestro celo por mí, de forma que me alegré más... Por esto  nos hemos consolado. Y además de nuestra consolación nos alegramos mucho más por la alegría de Tito, porque su espíritu quedó tranquilizado por parte de todos vosotros>>

Pablo envió de nuevo a Tito a Corinto - a quien califica de  << compañero mío y colaborador>> -para organizar la conclusión delas colectas a favor de los cristianos de Jerusalén. Otras noticias procedentes de las Cartas Pastorales le califican de obispo de Creta, desde donde, por invitación de Pablo, se unió al Apóstol en Nicópolis, en Epiro. Después fue también a  Dalmacia. No poseemos más informaciones sobre los viajes posteriores de Tito ni sobre su muerte.

Continúa diciendo Benedicto XVI, en conclusión, si consideramos unitariamente las figuras de Timoteo y de Tito, observamos algunos datos muy significativos. El más destacado es que Pablo se sirvió de colaboradores para desarrollar sus misiones. Se convierte por ello en el Apóstol por antonomasia, fundador y pastor de muchas Iglesias.

Parece claro que no lo hacía todo solo, sino que se apoyaba en personas de su confianza que compartían sus fatigas y sus responsabilidades. El otro dato relevante tiene que ver con la disponibilidad de estos colaboradores. Las fuentes relativas a Timoteo y Tito ponen de manifiesto su rápida disposición para asumir tareas varias, que a menudo consistían en representar a Pablo incluso en situaciones nada fáciles.

En resumen, ellos nos enseñan a servir al Evangelio con generosidad, sabiendo que esto implica también un servicio a la propia Iglesia.

Recojamos, por último, la advertencia que el apóstol Pablo le hace a Tito en la carta que le dirige: << Digna de crédito es esta afirmación, y quiero que afirmes rotundamente estas cosas, para que los que han creído a Dios pongan empeño en aventajarse en buenas obras. Esto es bueno y provechoso para los hombres>>.

A través de nuestro compromiso personal debemos y podemos descubrir la verdad de estas palabras, y en este tiempo de Adviento ser también nosotros ricos en obras buenas parar abrir las puertas del mundo a Cristo, nuestro Salvador.

(Audiencia general, 13 de diciembre de 2006, Aula Paulo VI)

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