LA ANUNCIACIÓN
Pintura de LOTTO
ORACIONES DE INTERCESIÓN
POR EL INCREMENTO DE LA FE
¡Oh, Madre santísima!
Ruega por nosotros tus hijos a Nuestro Señor,
que nos mira desde el Pesebre,
para que por su Santo Espíritu renovemos e
incrementemos nuestra fe al Amor del Padre.
POR NUESTROS DOLORES Y PADECIMIENTOS
¡Oh, Madre del Verbo encarnado en Jesús!
Intercede por nosotros, la humanidad toda, por aquellos que le han reconocido y por los que aún no,
para que abriendo nuestros corazones, contemplando en el pesebre al más Humilde de todos,
aprendamos a través de nuestros dolores y padecimientos a encontrarnos en lo más profundo con
Jesús, Señor y Dios Nuestro, que siendo Dios encarnó en lo más humilde de la condición humana.
POR NUESTRO OLVIDO DE DIOS
¡Oh, Madre Nuestra, Madre de Dios!
tú que supiste seguirle como la más perfecta de los discípulos,
enséñanos a recorrer el camino de las huellas de Jesús.
Reconociendo en todo momento el accionar de Dios Padre y
su bendita presencia en el Hijo en todo momento.
POR NUESTROS ACTOS DE GRATITUD
¡Oh, Madre de Dios, Madre Nuestra, Madre del Verbo encarnado!
Tu que en tu canto de alabanza y adoración al Padre,
enterada por el ángel de que concebirías al Hijo en tu seno,
enséñanos a dar gracias con humildad por todo lo que significa
la Presencia de Cristo en nuestras vidas.
POR LA ENTREGA DEL AMOR DEL PADRE
¡Oh, Madre Santísima, Virgen María, tú que en la anunciación
solo tu corazón y amor se movió en tu Si como respuesta,
ayúdanos a decir Si, al eterno amor del Padre, puesto de manifiesto
en el nacimiento de Jesús, para que derramándose en nosotros
lo entreguemos a toda aquella criatura que lleva su rostro,
porque todos hemos sido creados por él, y salvados por el inmenso amor de Jesús
muerto,resucitado y glorificado en la Cruz.
Nota: En la sección páginas en ADVOCACIONES MARIANAS, encontrarás más sobre una de las primeras advocaciones de la Virgen María: LA ANUNCIACIÓN
Nota: En la sección páginas en ADVOCACIONES MARIANAS, encontrarás más sobre una de las primeras advocaciones de la Virgen María: LA ANUNCIACIÓN