Así te apareciste Madre Nuestra
hace 400 años al pueblo cubano.
OREMOS
Hoy ante ti Madre Nuestra, Virgen de la Caridad, Virgen de la Caridad del Cobre, nos unimos todos tus hijos, del mundo entero, cubanos y no cubanos. Provenientes de todos los rincones de la tierra, para que las bendiciones que tu Santísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, dejó plantada allí como nueva simiente a través de la peregrinación que el Santo padre Benedicto XVI hizó hasta ti, se transforme en una lluvia de bendiciones, abriendo los corazones de todos tus hijos, encendiendo en cada uno la fe, haciendo renacer la Caridad que por nombre llevas como signo de las "Maravillas" que Dios Padre en Jesucristo está llevando adelante con su Presencia Salvífica entre todos los habitantes de Cuba. Y que desde allí tu Hijo Reine sobre los corazones de quienes tienen la responsabilidad de gobernar, de dirigir los destinos de cada pueblo, los responsables de llevar La Buena Nueva del Evangelio, de nosotros los laicos comprometidos y aún sobre aquellos que aún no te conocen. Que la confianza se instale como nuestra única verdad. Amén.
Invito a todos a elevar sus oraciones a la Virgen de la Caridad del Cobre a través de esta página ingresando en comentarios. Todos juntos haremos la diferencia. Nuestras oraciones una vez más serán llevadas por la Virgen Santísima de la Caridad del Cobre, a Cristo, nuestro Camino,Verdad y Vida Plena. Amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo que por ella llega a nosotros.
Sumar nos dará la fuerza del Espíritu Santo. Y Dios vencerá.
Virgen Mambisa.
ResponderEliminarMadre, que en la tierra cubana
Riegas desde lo alto tu amor;
Madre del pobre y del que sufre,
Madre de alegría y dolor:
Todos tus hijos a ti clamamos,
Virgen Mambisa, que seamos hermanos.
Madre, que en tus campos sembraste
Flores de paz y comprensión:
Dale libertad a tu pueblo,
Siembra amorosa la unión.
Todos tus hijos a ti clamamos,
Virgen Mambisa, que seamos hermanos.
Madre, que el sudor de tus hijos
Te ofrezca su trabajo creador.
Madre, que el amor a mi tierra
Nazca del amor a mi Dios.
Todos tus hijos a ti clamamos,
Virgen Mambisa, que seamos hermanos.