Santas Marta y María Magdalena
Pintura del Maestro Caravaggio
Hermosa pintura del maestro Caravaggio.
Marta de Betania, la hermana de Lázaro y María de Magdala, o María Magdalena juntas en un diálogo que sólo podemos imaginar a través de nuestro corazón, sentadas en una misma mesa.
Marta de Betania es hermana de María y Lázaro. Y María de Magdala es la discípula de Jesús a la que le son perdonados todos sus pecados por la fe que movió a su corazón a descubrir en Jesús al Hijo de Dios y al Mesías, su Señor.
En esta representación si miramos la pintura en su conjunto, vemos que el maestro Caravaggio las pone en igualdad de condiciones. Ambas vestidas con ropajes similares y ambas sentadas en una misma mesa.
Trasciende en ellas el mensaje de Cristo. Todos somos llamados. Todos somos amados por el Padre. Y es nuestra fe y nuestra confianza depositada en ese amor que Él muestra y señala, lo que nos redime y salva.
Nadie está libre de pecado, porque nadie está libre de no poder amar.
En Marta, los Evangelios nos cuentan que estando Marta y María, llegado Jesús, es María la hermana de Lázaro la que va tras lo trascendente, poniéndose a los pies de Jesús y sentada, dispuesta a escuchar la palabra del que Salva; mientras Marta su hermana, le recrimina a Jesús que no le diga nada a María, siendo ella la que está haciendo todas las tareas mientras María sólo está a sus pies escuchando.
Más será Marta la que cuando muerto su hermano, Jesús llega, la que ante el signo de resurrección que habrá de hacer Jesús, confiesa su fe y lo proclama el Hijo de Dios Vivo.
Mientras María de Magdala o María Magdalena, es llevada por lo que experimenta en su corazón, lo que la convierte en discípula de Jesús. Al igual que Marta y María las hermanas de Lázaro, María Magdalena confía plenamente en el amor del que Jesús es expresión perfecta del Amor del Padre.
Podemos imaginar el diálogo de Marta y María Magdalena, podemos sentir el mismo amor que ellas experimentaban hacia Jesús, podemos reconocer a través de esa mesa que las une, un signo de salvación de Cristo. Ese amor de Cristo que movió a sus corazones a seguirlo como su Maestro, Señor, y Salvador.
Marta hermana de Lázaro y María Magdalena ejemplos de apostolado. Ejemplo de discipulado. La una servicial, hospitalaria (Marta), la otra: entregada totalmente su confianza al amor de Jesús, reconociendo ambas en Él al Hijo de Dios.
El servicio, la hospitalidad y la confianza nacida del amor que surge de sentirse amadas por el amor infinito de Dios, nos hablan del camino del apostolado. De cómo debemos dejarnos llevar en ese amor de Dios a ser discípulos del Cristo
SANTA MARTA
Conmemoración de Santa Marta: 29 de julio en occidente y 4 de junio en Oriente
Su patronazgo es a todo lo que tiene relación con la Hospitalidad y el servicio.
Intercesora también de todos aquellos que desde sus tareas más cotidianas y menos vistas pueden llevar la Buena Nueva de Dios, su amor para todos y la Salvación en Cristo.
SANTA MARÍA MAGDALENA
Conmemoración de Santa María Magdalena: 22 de julio
Intercesora de todos aquellos que son sometidos por la esclavitud del deseo carnal
Pero también de todos los que proveen a los servidores de Cristo en sus misiones si tomamos en cuenta que ella fue quién proveyó hasta materialmente a los apóstoles en sus misiones de evangelización.
Pintura del maestro José de Ribera
ORACIÓN POR INTERCESIÓN DE SANTA MARTA Y SANTA MARÍA MAGDALENA
Que por vuestro reconocimiento del Hijo de Dios y la experiencia del amor infinito del Padre que Él mismo ofrendaba con su vida, nos lleve a movernos en el Espíritu Santo a ser apóstoles de la Buena Nueva: El amor de Dios es para todos. Y sólo podemos entregarlo reconociéndonos que por su amor, todos seremos completados a pesar de nuestras limitaciones, errores y pecados.Santa Marta hermana de Lázaro, Santa María Magdalena intercedan ante Cristo para que cada hija e hijo suyo, le reconozca y le sirva allí donde se encuentre, procurando con nuestros actos y vida mostrar cuan profundo es su amor por todos. Y movidos por el Espíritu Santo ser partícipes de una nueva humanidad que se levanta de entre sus escombros y vive ya en Cristo el Reino de Amor del Padre que rompe las cadenas que nos oprimen,sirviendo con amor y generosidad. Proveyendo incluso materialmente a los Discípulos de Cristo en la evangelización a través del servicio. Amén.