viernes, 30 de marzo de 2012

ORACIÓN DE BENEDICTO XVI A LA VIRGEN DE LA CARIDAD DEL COBRE,CUBA


Oración de Benedicto XVI a "La Cachita" 

la Santísima Virgen de la Caridad del Cobre








VIRGEN DE LA CARIDAD DEL COBRE, CUBA. OREMOS

Así te apareciste Madre Nuestra
hace 400 años al pueblo cubano.

OREMOS

Hoy ante ti Madre Nuestra, Virgen de la Caridad, Virgen de la Caridad del Cobre, nos unimos todos tus hijos, del mundo entero, cubanos y no cubanos. Provenientes de todos los rincones de la tierra, para que las bendiciones que tu Santísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, dejó plantada allí como nueva simiente a través de la peregrinación que el Santo padre Benedicto XVI hizó hasta ti, se transforme en una lluvia de bendiciones, abriendo los corazones de todos tus hijos, encendiendo en cada uno la fe, haciendo renacer la Caridad que por nombre llevas como signo de las "Maravillas" que Dios Padre en Jesucristo está llevando adelante con su Presencia Salvífica entre todos los habitantes de Cuba. Y que desde allí tu Hijo Reine sobre  los corazones de quienes tienen la responsabilidad de gobernar, de dirigir los destinos de cada pueblo, los responsables de llevar La Buena Nueva del Evangelio, de nosotros los laicos comprometidos y aún sobre aquellos que aún no te conocen. Que la confianza se instale como nuestra única verdad. Amén.

Invito a todos a elevar sus oraciones a la Virgen de la Caridad del Cobre a través de esta página ingresando en comentarios. Todos juntos haremos la diferencia. Nuestras oraciones una vez más serán llevadas por la Virgen Santísima de la Caridad del Cobre, a Cristo, nuestro Camino,Verdad y Vida Plena. Amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo que por ella llega a nosotros.

Sumar nos dará la fuerza del Espíritu Santo. Y Dios vencerá.

VIRGEN DE LA CARIDAD DEL COBRE, SANTA PATRONA DE CUBA

Virgen de la Caridad del Cobre

Santa Patrona de Cuba


No contaré aquí su historia, quiero dejar constancia de la importancia de su presencia en un pueblo tan amado como Cuba.

Del 26 al 28 de marzo de este año 2012, la santísima Virgen María ha vuelto a estar presente en momentos cruciales para su pueblo, el pueblo que la acogiera desde hace ya más de 400 años.

Acompañando la peregrinación que con motivo de su aparición se llevó a cabo, el nuevo Pedro, el Papa Benedicto XVI, rogó a ella para que intercediera por todos sus hijos cubanos ante su amadísimo Hijo y Señor, Jesucristo.

La santa Madre de Dios, que lleva por nombre: VIRGEN DE LA CARIDAD DEL COBRE, anuncia a sus hijos todos, y en todas partes, que la bendición de Dios se ha hecho manifiesta una vez más. Cristo está presente entre todos ellos y acoge sus sufrimientos y padecimientos. 

Y cómo antes al pueblo de Israel, Dios, el Dios de la infinita Misericordia, vuelve a través de ella, a manifestarse en su Hijo Bienamado, encendiendo la llama de la fe en los corazones de cada cubano.

La santísima Virgen María, Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, vuelve a aparecer como hace 400 años, en la noche oscura del dolor, la persecución, la opresión, el hambre, la falta de libertad de sus hijos, para hacerles saber que Ella les anuncia La Buena Nueva de su Hijo.

Las cadenas serán rotas.
Las espadas caerán.
El hambre de Dios será saciado.
Los corazones se abrirán.
Y la Verdad vencerá.

El triunfo de Dios es una realidad hoy, como hace 400 años. También en aquellos días hubieron quienes no quisieron reconocerlo. Hubieron quienes no pudieron abrir su corazón. Hubieron también quienes lo rechazaron. Pero su Hijo venció la oscuridad de la noche.

Hoy como ayer, ella viene a traer en sus brazos La Cruz y a su Hijo, Cristo. 

Oremos:
Madre santísima, que apareciste hace más de 400 años y con la Luz que traías en tus brazos, la Verdad, el Camino y la Vida fueron "luz para los ciegos", "vida nueva para los que guardaron la fe y la confianza en Ti Dios Nuestro", te ruego intercedas ante Cristo por la pacificación de los corazones, el acrecentamiento de la fe y la confianza en Dios Padre, la certeza de saberse amparados por tu santísimo Hijo y por ti. Que el Espíritu de Cristo venza todas las resistencias generadas por el dolor, el resentimiento, el odio, la frustración, la desesperación y la desconfianza. Se cada hijo tuyo, el fermento que Cuba necesita para resurgir a la Plenitud de la Vida, a la Libertad de conciencia y de vida. Haz que la Luz de vida que iluminó el mundo, ilumine hoy todas las conciencias y encienda el amor en todos los corazones.Amén.

sábado, 18 de febrero de 2012

Nuestras lágrimas, las lágrimas de Pedro

Las lágrimas de Pedro

Pintura de El Greco

¿Cuánta culpa vivimos?
¿Cuántas veces asumimos culpas propias y ajenas?
¿Cuántas veces siendo perdonados, no nos perdonamos a nosotros?
¿Cuántas veces nos piden perdón y diciendo que sí, en verdad guardamos desconfianza?
¿Cuántas veces arrastramos nuestra vida por la culpa?

Esta conmovedora pintura del momento del dolor que atraviesa a San Pedro, luego de haber negado a Jesús, me trae a mi vida, las mismas lágrimas. 

Ese dolor que siente, que sentimos en nuestro corazón aún habiendo sido perdonados ya para los que no creen: por un hermano, amigo, esposo, compañero; ya por Cristo a través del sacerdote: para los que sí tenemos fe en Él como nuestro Redentor y Salvador, cuando hemos cometido una falta, o actuado mal en algún sentido.

La culpa. Vivimos cargando culpas. Y en ellas arrastramos nuestra vida. Aún siendo perdonados no podemos dejarlas atrás. Siempre aparecen presentes. Siempre les permitimos arruinen la vida que Dios quiere regalarnos. La culpa mata el amor de Dios en nosotros. No le permite obrar su salvación. No le deja que experimentemos su amor infinito.

Pero Pedro, corriendo al lado de Jesús, luego de enjugarse las lágrimas por haberlo negado y siendo perdonado, vive el gozo de esa vida nueva a la que Jesús lo lleva.

Pedro, mi querido Pedro enséñanos a dejar atrás el calvario de nuestras culpas, y vivir el gozo del perdón que el amor de Cristo nos ofrece y nos da.

Pedro, que la contemplación de tus lágrimas en la pintura de El Greco que resumen todo el dolor de haber no comprendido las palabras de Jesús aún sabiendo pero sin llegar a comprender la magnitud del Dios que tenías delante, nos atraviese también a nosotros, y podamos continuar caminando, levantando nuestros ojos hacia Él, para correr a sus brazos y llevar ese mismo amor que experimentaste en ese momento a todos los que creyentes o no aparezcan y se crucen en nuestro camino. Así sea por un instante.


SANTA MARÍA DE BETANIA

 Santa María y Santa Marta con Jesús

Pintura de Jan Vermeer Van Delft

Hay mucho escrito sobre Santa María de Betania. Desde el punto de vista de la investigación de la Iglesia Católica, María la hermana de Lázaro sería la misma que enjugó con sus lágrimas los pies de Jesús y luego los ungió con el mejor perfume que disponía, cumpliendo no sólo con los honores de hospitalidad que eran norma en la tradición del pueblo judío ante un visitante cuando éste ceno en casa de ellas y su hermano Lázaro, sino reconociendo en él al Hijo de Dios, al Ungido de Dios, al Mesías y Salvador. Uniéndola así a María Magdalena, quién en definitiva no sería otra que la misma María hermana de Lázaro. Pero confundiéndola con la mujer pecadora que habiéndose enterado que Jesús iba a comer en casa de un fariseo, llegó, cayó a sus pies, y mientras lloraba intentaba secarlos con sus cabellos y luego ungirlos con perfume que llevaba.

Cómo no soy una investigadora ni especializada en las escrituras, no pudo decir si María de Magdala es María de Betania o María de Magdala es la mujer pecadora rescatada de su pecado por su Fe en Cristo.

Me inclino a tratar de extraer de estos pasajes a los que el Evangelio hace referencia, su actitud, su entrega, su amor y su disposición. Y contemplando el cuadro del maestro Jan Vermeer Van Delft sobre lo acontecido antes de la cena en casa de Lázaro con Santa María, Santa Marta y Jesús, me viene al alma una experiencia de calma, de sosiego, de paz. 

Ante la contemplación y recordando el pasaje y las palabras de Jesús a Marta, experimento el mismo llamado que debió haber sentido Marta de parte de su Señor. Mientras recapacitando en mi obrar, siento el llamado de Dios al encuentro con él a través de la oración, escucha de la Palabra de quién vino para enseñarnos El Camino de la Reconciliación al que estaba dispuesto el corazón de María hermana de Lázaro.

Se llena mi corazón de la serenidad del gozo de saber que Jesús, ya Cristo hoy para nosotros, nos modifica como a Marta y a María con su infinito amor. Aún cuando señala El Camino y el seguimiento del que anhela ser Discípulo verdadero del Mensaje de Dios. 

María de Betania deja crecer en ella lo que había sido dado por Gracia, el don de la fe, y en el gesto de la unción no sólo está el reconocimiento de su Señor y Salvador en Jesús, al Hijo de Dios, sino, también algo que muchas veces por lo menos a mi se me escapa: la disposición a través de la escucha de seguirle en la aventura de la salvación que Dios tiene soñada para toda su creación.

ORACIÓN POR INTERCESIÓN DE SANTA MARÍA DE BETANIA

Tú, que ungiste con tu llanto y el mejor perfume los amados pies de Jesús, se nuestra intercesora para que aprendamos a disponer de nuestro tiempo, haciendo un tiempo para estar con Él. Santa María de Betania, hermana de Marta y de Lázaro, ayúdanos a ser verdaderos testimonios del amor de Cristo, siendo capaces de atravesar por el dolor de las pérdidas humanas sabiendo que Cristo vivo está y con él toda la humanidad.
Que así como llama ardiente que atravesó tu corazón, su amor atraviese el nuestro y seamos cristos para nuestros hermanos y verdaderos testigos de su Resurrección.